El RDRE promete mayor eficiencia y velocidades cercanas a la del sonido, aunque enfrenta desafíos como el ruido y el estrés en las aeronaves.
Ingenieros aeroespaciales han dado un importante paso hacia el desarrollo de vuelos comerciales hipersónicos gracias a un innovador tipo de motor. El pasado 24 de febrero, Venus Aerospace llevó a cabo el vuelo de prueba inaugural de un dron equipado con su revolucionario “motor cohete de detonación rotativa” (RDRE). Esta nueva tecnología permitió al dron alcanzar velocidades cercanas a la del sonido, marcando un hito en la búsqueda de avances en la industria de la aviación.
¿Cómo funciona?
A diferencia de los motores convencionales, el RDRE opera mediante una onda de detonación que gira continuamente alrededor de una cámara anular. Este enfoque innovador permite una mayor eficiencia en la combustión del combustible, en este caso, peróxido de hidrógeno. Durante el vuelo de prueba, el RDRE produjo un impresionante empuje de 1,200 libras (544 kg), demostrando su viabilidad y eficacia.
Eficiencia y potencial comercial
Según representantes de Venus Aerospace, el RDRE es un 15% más eficiente que los motores de cohete convencionales. Esta mayor eficiencia podría permitir a las aeronaves propulsadas por RDRE viajar distancias más largas con la misma cantidad de combustible. Se teoriza que esta tecnología podría incluso superar el 25% de eficiencia en comparación con los sistemas actuales, abriendo la puerta a nuevas posibilidades en el transporte aéreo comercial.
Implicaciones en la industria
El exitoso vuelo de prueba del dron equipado con RDRE eleva las perspectivas de vuelos supersónicos comercialmente viables. Venus Aerospace tiene como objetivo a largo plazo desarrollar aeronaves comerciales supersonicas capaces de viajar a Mach 9, es decir, más de 6,800 mph (11,000 km/h). Este avance podría revolucionar los viajes aéreos, reduciendo significativamente los tiempos de viaje en rutas internacionales.
A pesar de sus prometedoras capacidades, el uso de RDRE también presenta desafíos. Las constantes detonaciones del motor hacen que las aeronaves equipadas con RDRE sean increíblemente ruidosas, lo que podría plantear problemas de regulación y aceptación pública. Además, el estrés y la fatiga resultantes de las rápidas aceleraciones podrían afectar la vida útil de los motores y las estructuras de soporte.
Venus Aerospace planea realizar más vuelos de prueba utilizando drones. Una de las pruebas contempladas implica equipar un dron más grande con RDRE, con el objetivo de lograr vuelos hipersónicos, cinco veces más rápidos que la velocidad del sonido. Este paso podría acercar aún más el sueño de vuelos comerciales a Mach 9 y marcar un hito en la historia de la aviación.
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