El fiscal general de Massachusetts presentó una demanda contra la empresa de Mark Zuckerberg, que rechazó prohibir estos filtros en sus redes sociales.
Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y otras redes sociales, enfrenta una nueva demanda por parte del fiscal general de Massachusetts, que la acusa de ignorar los problemas de seguridad y salud mental de los usuarios jóvenes. Según la demanda, Mark Zuckerberg, el director ejecutivo de Meta, rechazó prohibir los filtros de belleza en sus redes sociales, a pesar de las advertencias de expertos y de sus propios empleados, que señalaban que estos filtros podían causar daños psicológicos y distorsionar la imagen corporal de los adolescentes.
Los filtros de belleza son una función que permite a los usuarios modificar su apariencia en las fotos y videos que comparten en las redes sociales, alterando aspectos como el tono de piel, el tamaño de los ojos, la forma de la nariz, el grosor de los labios, entre otros. Estos filtros se han vuelto muy populares entre los usuarios, especialmente entre los más jóvenes, que los usan para mejorar su autoestima, expresar su creatividad o divertirse.
Sin embargo, también se ha demostrado que estos filtros pueden tener efectos negativos en la salud mental de los usuarios, como generar insatisfacción con su imagen real, baja autoestima, ansiedad, depresión, trastornos alimenticios y dismorfia corporal.
Meta tenía conocimiento de los riesgos que los filtros de belleza representaban para la salud mental de los usuarios jóvenes
La demanda presentada por el fiscal general de Massachusetts se basa en documentos internos de Meta, que fueron revelados por una ex empleada de la empresa, Frances Haugen, que denunció las prácticas dañinas y antiéticas de la compañía. Estos documentos muestran que Meta tenía conocimiento de los riesgos que los filtros de belleza representaban para la salud mental de los usuarios jóvenes, y que recibió recomendaciones de expertos y de sus propios empleados para prohibirlos o limitarlos en sus redes sociales. Sin embargo, Mark Zuckerberg rechazó estas propuestas, argumentando que los filtros de belleza eran una forma de expresión personal y que no había evidencia suficiente de que fueran perjudiciales.
La demanda también afirma que Zuckerberg ignoró una solicitud de invertir más recursos en el bienestar de los jóvenes, y que defendió públicamente la necesidad de hacerlo, mientras que en privado lo desestimaba. Según la demanda, Zuckerberg dijo en una reunión interna que “no creo que haya una solución mágica para esto”, y que “no creo que vayamos a cambiar el mundo invirtiendo en esto”. La demanda sostiene que estas declaraciones demuestran que Zuckerberg no tenía intención de proteger a los usuarios jóvenes, sino que solo buscaba maximizar las ganancias de su empresa, a costa de la salud y la seguridad de los usuarios.
La demanda forma parte de una serie de acciones legales que enfrenta Meta por parte de varios estados de EE. UU., que alegan que la empresa diseñó e implementó características dañinas y manipuladoras para inducir el uso compulsivo y extendido de sus plataformas, con el fin de aumentar sus ganancias corporativas.
Entre estas características se encuentran los algoritmos de recomendación, que promueven contenidos extremistas, violentos, falsos o engañosos, que generan más interacción y tiempo de permanencia en las redes sociales, pero que también fomentan la polarización, el odio, la desinformación y la radicalización. Otra característica cuestionada es el metaverso, un proyecto de Zuckerberg para crear un mundo virtual donde los usuarios puedan interactuar a través de avatares, que según los críticos, podría aislar aún más a las personas de la realidad y exponerlas a más riesgos de explotación, acoso y abuso.
Meta ha negado las acusaciones y ha defendido su compromiso con el bienestar de los usuarios y la responsabilidad social. La empresa ha dicho que está trabajando para mejorar sus políticas, sus sistemas y sus herramientas para proteger a los usuarios, especialmente a los más vulnerables, y que está colaborando con las autoridades y los expertos para resolver los problemas que se le plantean. Meta también ha afirmado que los documentos internos que se han filtrado no reflejan la realidad de la empresa, y que han sido sacados de contexto y tergiversados para dañar su reputación.