La empresa dueña de TikTok ha desarrollado su propio sistema de inteligencia artificial basado en la plataforma de OpenAI, lo que ha generado un conflicto ético y legal.
La inteligencia artificial es una de las áreas más innovadoras y prometedoras de la tecnología, pero también una de las más controvertidas. Un ejemplo de esto es el reciente enfrentamiento entre OpenAI y ByteDance, dos gigantes del sector que han chocado por el uso de una poderosa herramienta para generar contenido nuevo: ChatGPT.
OpenAI es una empresa que se dedica a crear sistemas de inteligencia artificial avanzados y accesibles para todos, con el objetivo de beneficiar a la humanidad. Entre sus proyectos más destacados se encuentran ChatGPT y DALL-E, dos sistemas capaces de generar textos, imágenes o códigos a partir de instrucciones simples. Estos sistemas se basan en redes neuronales artificiales que aprenden de grandes cantidades de datos y pueden producir resultados sorprendentes y creativos.
ByteDance es la empresa china dueña de TikTok, la popular aplicación de videos cortos que ha conquistado a millones de usuarios en todo el mundo. ByteDance también tiene un gran interés en la inteligencia artificial y ha creado su propio sistema llamado Juejin, que se inspira en la tecnología de OpenAI. Juejin puede generar textos, imágenes, videos, música y otros tipos de contenido, y se usa para mejorar los servicios y productos de ByteDance, como TikTok, Douyin, Toutiao y Xigua.
OpenAI ha decidido bloquear el acceso de ByteDance a ChatGPT
Sin embargo, OpenAI ha decidido bloquear el acceso de ByteDance a su tecnología, alegando que viola sus términos de uso y que representa una amenaza para la seguridad y la ética de la inteligencia artificial. OpenAI afirma que ByteDance usa su tecnología para fines comerciales y para crear software malicioso que puede afectar a los usuarios de internet. Por ejemplo, OpenAI acusa a ByteDance de usar ChatGPT para lanzar ciberataques, como enviar mensajes falsos o engañosos, suplantar identidades, difundir desinformación o manipular opiniones.
El conflicto entre OpenAI y ByteDance se ha intensificado después de que OpenAI despidiera a su presidente, Sam Altman, por supuestas irregularidades financieras y éticas. Altman, que fue uno de los fundadores de OpenAI junto con Elon Musk, habría intentado vender parte de la empresa a Microsoft, el principal socio e inversor de OpenAI, sin el consentimiento de los demás directivos. Esto habría provocado una crisis interna en la empresa, que ha visto la salida de varios de sus investigadores y ejecutivos.
Además, la página indica que ByteDance no es el único competidor de OpenAI en China, sino que hay otras empresas que también están desarrollando sus propios sistemas de inteligencia artificial basados en la tecnología de OpenAI. Entre ellas se encuentran Alibaba, Tencent y Baidu, que tienen grandes recursos y ambiciones para liderar el mercado de la inteligencia artificial en el país asiático y en el mundo.