El olfato digital: una revolución de la inteligencia artificialInteligencia Artificial

El olfato digital: una revolución de la inteligencia artificial

Un proyecto del Monell Center y Google Research busca entender y replicar el sentido del olfato humano mediante modelos de IA

Anneth Marín

El sentido del olfato es uno de los más complejos y misteriosos que poseemos los seres humanos. Nos permite percibir y distinguir miles de aromas diferentes, desde los más agradables hasta los más desagradables. Pero, ¿cómo funciona el olfato? ¿Qué relación hay entre las moléculas que componen los olores y la forma en que los reconocemos? ¿Es posible crear un sistema de olfato artificial que pueda imitar o incluso superar nuestra capacidad olfativa?

Estas son algunas de las preguntas que se plantea el equipo de investigación del Monell Center, un instituto dedicado al estudio de los sentidos químicos, en colaboración con Google Research, el departamento de investigación e innovación de Google. El objetivo de este proyecto es entender y replicar el sentido del olfato humano mediante la inteligencia artificial (IA). Para ello, han desarrollado modelos de IA que pueden asignar valores numéricos a los olores y correlacionarlos con sus contrapartes moleculares. Estos modelos se entrenan con datos de miles de aromas diferentes, creando un mapa digital de olores.

¿La IA podrá tener la capacidad de identificar olores como los humanos?

Los resultados de este proyecto, publicados en la revista Science, han demostrado que la IA puede igualar o superar la capacidad humana para reconocer olores en algunos casos. Por ejemplo, la IA fue capaz de identificar correctamente el olor de una rosa, una manzana o un plátano, así como de generar nuevos olores a partir de estructuras moleculares. Además, la IA pudo clasificar los olores según su intensidad, su calidad hedónica (agradable o desagradable) y su categoría semántica (frutal, floral, etc.).

El desarrollo de un sistema de olfato digital tiene aplicaciones potenciales en diversos campos, como la medicina, la industria de sabores y fragancias, y el entretenimiento. Por ejemplo, se podría utilizar para diagnosticar enfermedades a través del aliento, crear nuevos aromas personalizados o mejorar la experiencia inmersiva de la realidad virtual. Sin embargo, también plantea algunos desafíos éticos y sociales, como la protección de la privacidad olfativa, el riesgo de manipulación sensorial o la preservación de la diversidad cultural.

Monell Center y Google Research se encuentran desarrollando un sistema de olfato con Inteligencia Artificial

El proyecto del Monell Center y Google Research es solo uno de los muchos que están explorando las posibilidades de la inteligencia artificial para comprender y replicar nuestros sentidos. Estas iniciativas nos acercan cada vez más a una nueva era en la que la tecnología podrá imitar e incluso ampliar nuestras capacidades perceptivas.

Temas

Más Noticias