Adam, quien era el Príncipe de Eternia, exhibía una personalidad introvertida y temerosa. No obstante, gracias a la espada y los poderes del Castillo de Grayskull, el tímido príncipe se transformaba en el valeroso He-Man.
"He-Man y los Señores del Universo" dejó una huella indeleble en la historia de las series animadas, marcando un hito único. A diferencia de otros elementos del mismo género, esta serie animada que arrasó en los años 80 siguió un rumbo inverso a la norma, al surgir inicialmente como figuras de acción y luego dar el salto a la pantalla televisiva.
Tras el éxito de "Star Wars" y un intento fallido con los juguetes articulados de "Conan, el Bárbaro", una compañía juguetera diseñó las figuras y personajes de "He-Man".
Sin embargo, al buscar el respaldo de los empresarios, estos demandaron que una serie animada acompañara los juguetes. Así cobró vida "He-Man y los Señores del Universo", la serie animada.
Los señores del universo
Adam, quien era el Príncipe de Eternia, exhibía una personalidad introvertida y temerosa. No obstante, gracias a la espada y los poderes del Castillo de Grayskull, el tímido príncipe se transformaba en el valeroso He-Man.
Su inmenso poder garantizaba la protección de los secretos de Grayskull, manteniéndolos fuera del alcance demoníaco de Skeletor.
En síntesis, la trama de "He-Man y los Señores del Universo", una producción animada de Filmation estrenada en 1983 (como complemento de las figuras de acción), se resume en la transformación del introvertido Príncipe Adam en el formidable He-Man, con la misión de salvaguardar Grayskull.
Aunque en 1987 se realizó una película de acción real con actores humanos, recientemente la IA logró recrear a los personajes de una manera hiperrealista que supera con creces las representaciones en esa película.